...y me hizo pensar en aquella tarde en Tanglewood cuando a duras penas lo conocía a él y él comentaba lo que le agradaba de mí, y claro está, mi escéptica y deprecativa mitad se preguntaba y le preguntaba a él, si algo en ese naciente idilio podía ser cierto, que si acaso la personalidad es algo traducible.
La duda me ha plagado por años:
¿La mujer que él ama, la mujer que él consciente (y lingüísticamente) aprende y aprehende en su lengua materna, puede ser la misma imagen de mujer que yo sostengo para que mi realidad tenga sentido?
Dicho de otro modo, siempre me lo pregunto:
¿No será que él no puede conocer más que una pobre y traidora versión de mí?
"Yo ya lo sabía,
pero quise engañarme
y pensar que en algún momento
leerías en mí
algo más que la más traicionera versión
de mi boca."
Después de Babel
pero quise engañarme
y pensar que en algún momento
leerías en mí
algo más que la más traicionera versión
de mi boca."
Después de Babel
1 comentario:
Momento, momento, como puedo ser el culpable de que hagas algo que ni yo hago.... Douh.
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