miércoles, 30 de julio de 2008

In my life

There are places I'll remember
All my life though some have changed
Some forever not for better
Some have gone and some remain
All these places have their moments
With lovers and friends I still can recall
Some are dead and some are living
In my life I've loved them all

A Elia porque es su canción favorita y porque me tomó muchos años darme cuenta en cuántas cosas se interesó sólo porque eran importantes para mí

* Entrada escrita durante el siguiente trayecto:
De Commonwealth Ave. en Boston, Mass., Tren B de la línea verde a Park Street,
cambio a la línea roja hasta Porter Square (una después de Harvard)
cambio al Commuter Rail a Concord, Mass.


Hace muchos, muchos años, cuando yo era todavía una niña decidí que quería estudiar física cuántica.

No estudié física cuántica, ni física normal, ni siquiera educación física...

Estudié letras.

Así que no recuerdo muy bien las leyes de la física sobre los cuerpos en movimiento, pero mi espíritu romántico (romántico en el sentido del Sturm und drang y el joven Werther, no en el de Televisa, vale mencionar) sabe muy bien que cuando las almas solitarias se ponen en movimiento se desborda la boca de la melancolía.

Ayer venía en mi viaje de casi hora y media de regreso de Boston a Concord escuchado mi Ipod, cuando al subir al segundo tren e ir pensando en mi tierra de campos de fresas, por suerte, comenzó esta canción que también logra hacerme llorar.

Demasiados lazos emocionales me unen a ella:

Es la canción que bailé idealista y esperanzada un dieciséis de febrero.

Es la canción que me dijiste tú que era tu favorita cuando te lo pregunté para un proyecto que tengo sobre mis equipajes emocionales, sobre la música que han dejado en mí las personas que me han marcado. Y ya de por sí tú y yo compartimos a los Beatles desde la secundaria.

Me hace llorar porque me recuerda a los viejos amigos, a los viejos amores, y a los viejos lugares.

Siempre he tenido esta obsesión con los lugares que ya no existen. La casa en que nací, en la calle cinco de mayo, es hoy día un comercio donde venden alimento Purina y el terreno familiar en donde jugué tantas veces de niña es hoy un motel de paso.

¿Qué le pasa a uno si la raíz de los recuerdos desaparece?

Así también hay tantas vidas anteriores que ya no puedo acceder.

Muchos diálogos que siguen continuándose en mi cabeza. Diálogos que son realmente tristes monólogos.

¿Qué harías si supieras que aún sigo charlando contigo a pesar de que no estás?

¿Con quién hablas tú mentalmente al montarte en un tren y mirar por la ventana?
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3 comentarios:

Queen Loana dijo...

In my life pienso en mi infancia, en mi bendita infancia llena de miedos y fortalezas... lo recuerdo a él con sus dedos infantiles y sus ganas de 17 años, con mis ganas de 15. Pienso en su letargo. Pienso, imagino, a veces, cruelmente, si estarán muertos aquellos niños de la fotografía.
Tus entradas me hacen increíblemente viajar, divagar, pensar en mí misma y en las cosas que ahora rodean mi vida.
Tienes que volver ya... acá en cada momento de la chamba se piensa en ti.
Un abrazo
Lady Vivianne

Unknown dijo...

In my life pienso en ahora, porque cada persona de la infancia, de la adolescencia, no fue nada, sólo escarbó en mis emociones para perturbarme hoy.
Por eso pienso en hoy; la única raíz que tengo sigue enterrada, firme alimentando mi espíritu.
Tengo raíces nuevas, que están penetrando en mi tierra, y ramas que buscan el pequeño abrazo de un fruto por nacer.
Doña Herminia

Anónimo dijo...

Me hizo rekordar varias remembranzas k tengo kon esta y muchas mas kanciones de los beatles. Es inevitable estar sujetos a los rekuerdos, lo k si debe ser evitable a toda kosta, es sujetarnos a ellos. Imprecindible la nostalgia k konlleva su letra, aunado a esos simples pero magikos bellos akordes, una melodia para disfrutar y revivir momentos, no solo lo bueno sino tambien lo k aun nos marka y k podriamos konsiderar no tan gratifikante en su tiempo.

Buen post;)

saludos.

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