jueves, 26 de junio de 2008

Procrastinar

pro·cras·ti·nar

(Del lat. procrastinare)
Diferir, aplazar. (RAE)
Postergar actividades o situaciones que uno debe atender, por otras situaciones más irrelevantes y agradables. (Wikcionario)

etimología: pro- (adelante) y crastinus (relacionado con el mañana)

O sea, que en buen mexicano tiene que ver con aquella variación del dicho:

"No dejes para mañana lo que puedes hacer pasado mañana"
(Dominio popular)



Este verbo, a pesar que puede encontrarse en el diccionario de la RAE, y que proviene del latín, nunca lo conocí ni lo usé hasta que empecé a vivir en inglés. Procrastination o el verbo to procrastinate, es un verbo muy común en inglés, y uno que encontré que me venía como anillo al dedo. Y es que hasta ya mis veintitantos años no me había dado cuenta que había un verbo perfecto para un fenómeno que suele tomar posesión de mí. Y es que no es lo mismo decir diferir o aplazar, estas palabras son muy específicas sólo al cambio temporal a futuro de cierta labor, no, yo necesitaba un verbo que hablara de esa sensación de querer barrer bajo el tapete del gran atestado salón que es mi mente, ese insidioso cargo de conciencia que es la responsabilidad de hacer algo que uno tiene que estar haciendo y que realmente no quiere hacer.

Mi querida madre, que sólo hay una (...chela en el refri...) me diría que no tenía porque embarcarme en una aventura épica-semántica, cuando ella desde que yo era niña tenía un verbo apropiado para esa maladie tan dandy que me aquejaba, y hoy también les dirá que eso se llama en buen cristiano holgazanear, echar la flojera, o ser irresponsable ("El flojo trabaja doble" Mater dixit)

Pero no, yo no estoy de acuerdo, procrastinar es esa necesidad creativa de realizar labores intrascendentes, hipnóticas y enajenantes, apendejadoras de la ética y el compromiso.

En buen zamorano:

No hacer lo que uno tiene que hacer pues, para dejar que las ideas se marinen bien.

Yo soy el cliché andante (y paseante por aquello de la procrastinación dandy y artística del flâneur de Baudelaire, o de nuestro buen Duque de Job) del creador artístico, del poeta desordenado y tilichento (y me parece delicioso que mi buena Angélica, con su perfeccionismo y su metodismo sea una perfecta antítesis, aunque mi buen marido dice que soy a perfectionist slob, que quiere decir alguien que puede ser muy desordenado y desobligado, pero perfeccionista cuando de verdad le interesa y se compromete a ello).

Ya ven, esta misma entrada ha sido, el ejercicio de mi orgullosa procrastinación, de todas las cosas que debería estar haciendo ahora, fruto de mi usual ansiedad antes de un viaje.

Feliz procrastinación a todos ustedes.


* Entrada por traducir al inglés, ya que me parece es de interés internacional



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1 comentario:

Queen Loana dijo...

Yo procrastiné junto con mi marido procranistador y mi perro procranistado el fin de semana... aunque también fui a zamora el sábado dos horas, así es, dos horas y luego el regreso el mismo día... entiendo el éxodo, el nomadismo... volver solo es extraño... no te olvides de procranistar un rato, que no todo sea trabajo.
Un abrazo procranistador.

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