Ella habla sola.
Se inventa historias y universos
que yo sólo observo.
En ese mundo suyo yo no quepo.
Alguien ha de contestarle bajito,
le cuenta cosas fantásticas
y la hace reír
como no ha de reírse conmigo.
No me quejo.
Yo estoy siempre inmersa
en un diálogo interminable,
un cuento que no se acaba
con los que no están
o están muy lejos.
En mi mente le hablo a una voz
que no he escuchado en años.
Me pregunto
si esas voces escuchan algún zumbido,
si de repente les llega esa insidiosa inquietud
de haber olvidado algo.
Quizás en esas noches de desasosiego
alguien a quien no escucho
me esté hablando quedo.
4 comentarios:
Se va a leer muy naco pero WOW!! me encantó, de verdad hace mucho que no leía algo tan puro, exacto y hermoso.
Saludos a Maya de los ojazos!
Opinaría algo pero después de eso, creo que cualquier cosa que diga vale para nada.
Me sale un genuino suspiro ante la inocencia y la sabiduría que emana tu poema.
Abrazos.
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