A veces quisiera saber pintar.
Sacar esta obsesiva sensibilidad exhibicionista-artística con imágenes y no con palabras.
Es que, ¿sabes? jugar con palabras es como saltar la cuerda con alambre de púas (el mismo que me costó siete puntadas en el dedo corazón de mi mano izquierda), es jugar matatena con erizos ponzoñosos, es tragar leche tibia con estrellas brillantes de cristal que tiñen la blancura de carmesí en la garganta.
A veces quisiera saber dibujar, pero dibujar de a deveras.
Tomar el pincel como tomo la pluma.
Así las imágenes aparecerían de golpe, sin la linealidad de la lengua.
Las imágenes mudas.
Tal vez entonces, llorar gráficamente no resultaría tan patético.
4 comentarios:
A veces como ahora, se pueden ver colores en tus palabras. No es suficiente supongo...
Mis colores y mi caballete no se pueden comparar con lo que hacen mis palabras. Nunca. Por eso no suelen juntarse.
Tus palabras son dibujo, son pintura, son estampas coloridas.
Las palabras tienen su plano, su colorido.
Es cierto allizzia, hay cosas que sólo las palabras.
silvestre y herminia: las palabras tienen color, imágenes...
pero a veces quisiera expresarme de otro modo...
gracias a todos.
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