Hoy se me ocurrió hacer una lista de los lugares de donde he tenido estudiantes extranjeros. De algunos me acuerdo muy bien, hasta de la ciudad de donde eran. De otros no tanto, apenas recuerdo el país.
De todo aprendí mucho.
Como si fueran aquellas estampitas que coleccionaba de niña: las que se compraban en la papelería después de clases para pegarlas en un álbum que nunca se alcanzaba a llenar antes de que se descontinuara y se sacara otro.
Hay quienes marcan en un mapa los lugares en donde han estado. Yo no conozco tantos países: apenas Estados Unidos, Inglaterra, Francia y las Bahamas aparte de México. Pero he tenido la gracia del contacto a través de mis estudiantes.
Me han enseñado mucho, costumbres, modismos, chistes, refranes. He probado un dulce casi negro de Finlandia con sabor amargo y a menta. He aprendido a ser más asertiva de mis estudiantes germano-parlantes. Un australiano me enseñó que la vida es maravillosa si le ve de una manera más casual. Una estudiante china me hizo ver lo difícil que es conectar con alguien cuando además de las trabas del idioma están las sociales y culturales. Los canadienses me sacaron canas verdes con lo exigentes. Los suecos me sorprendieron con lo afectuosos y apasionados que eran. De los brasileiros aprendí que la cercanía del idioma hace todo más difícil. De los estadounidenses lo terrible que es estereotiparlos. Una chica japonesa escribió mi nombre en japonés. Con los franceses descubrí aún más lo que nos unen nuestras lenguas romances.
Mi estudiante de Italia se convirtió en una gran colega y amiga.
Les comparto con afecto la lista de los países:
- Alemania
- Australia
- Austria
- Brasil
- Canadá
- China
- Estados Unidos
- Francia
- Finlandia
- Italia
- Japón
- Suecia