A Iliana y Julieta / a Mariana y Santiago
Muchas vidas atrás tu mundo era el míoese mundo que huele a leche y a ese
dulce y molesto olor a vómito.
Hace años que sabía de medidas de polvo
y fórmulas de gotas por kilogramo.
Antes sabía como sostener un pequeño cuerpo
con una sola mano
y hacer con la otra maravillas.
El otro día me di cuenta de esto.
De que hace muchos años emigré del mundo aquel
para no volver jamás.
El mundo mío tiene el olor sudoroso del grafito
y se mide en planas.
En este mundo me voy haciendo obsoleta
día a día.
Empequeñezco y lo desaprendo todo.
El tiempo avanza en reversa
y las cosas todas se vuelven nuevas.
Me gusta este mundo nuevo,
el de su voz clara que me habla en proverbios.
Pero a veces me encuentro
con esa terca enfermedad de la nostalgia
de los que traen encima
muchos años de destierro.